FRANCISCO DE QUEVEDO






















Cuando decimos que todo tiempo pasado fue mejor, condenamos el futuro sin conocerlo

Menos mal hacen los delincuentes que un mal juez.



Si quieres que te sigan las mujeres, ponte delante.

El amor es fe y no ciencia.

El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo.

Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.


Los que de corazón se quieren sólo con el corazón se hablan.

El amigo ha de ser como la sangre, que acude luego a la herida sin esperar a que le llamen.

La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come

El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos.

Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.

Siempre se ha de conservar el temor, más jamás se debe mostrar.

Sólo el que manda con amor es servido con fidelidad.

La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió

No es dichoso aquél a quien la fortuna no puede dar más, sino aquél a quien no puede quitar nada


Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, conocido como Francisco de Quevedo (1580-1645), fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas. Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.


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