MARLENE DIETRICH
- Una mujer hermosa agrada a los ojos; una mujer buena agrada al corazón; la primera es un dije; la segunda es un tesoro.
- Son los amigos que puedes llamar a las cuatro de la mañana los que importan.
- Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado un poco.
- Antes de pensar en la injuria que hemos recibido, hay que dejar pasar cuando menos una noche.
- De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso
- Denme 100 hombres y tomaré el mundo
- Después de cometer el error de sufrir un infortunio, el hombre talentoso siempre se recupera
- En la guerra como en el amor, para acabar es necesario verse de cerca
- En las revoluciones hay dos clases de personas; las que las hacen y las que se aprovechan de ellas.
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