RENÉ DESCARTES
- La conciencia es el mejor libro de moral, el cual debemos consultar a menudo
- En cuanto a la lógica, sus silogismos más bien sirven para explicar a otros las cosas ya sabidas, que para aprender.
- Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.
- Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro.
- Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
- Es prudente no fiarse por entero de quienes nos han engañado una vez.
- Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro.
- Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos jamás.
- El bien que hemos hecho nos da una satisfacción interior, que es la más dulce de todas las pasiones.
- La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de razonamientos, todos sencillos y fáciles.
- Las almas más grandes son tan capaces de los mayores vicios como de las mayores virtudes.
René Descartes,
también llamado Renatus Cartesius, fue un filósofo, matemático y físico
francés, considerado como el padre de la geometría analítica y de la filosofía
moderna, así como uno de los nombres más destacados de la revolución
científica. Es
también conocido como Cartesius, que era la forma latinizada en la cual
escribía su nombre, nombre del que deriva la palabra cartesiano. Hizo famoso el célebre
principio cogito
ergo sum, ("pienso, luego existo"), elemento esencial
del racionalismo occidental,
y formuló el conocido como "Método cartesiano", pero del
"cogito" ya existían formulaciones anteriores, alguna tan exacta a la
suya como la de Gómez
Pereira en 1554, y del Método consta la formulación previa que
del mismo hizo Francisco Sánchez en 1576. Todo ello con
antecedentes en Agustín de Hipona y Avicena, por
lo que ya en su siglo fue acusado de plagio, entre otros por Pierre Daniel Huet. Su método filosófico y científico, que expone en Reglas para la dirección de la mente (1628) y más explícitamente en su Discurso del método (1637), establece una clara ruptura con
la escolástica que
se enseñaba en las universidades.
Está caracterizado por su simplicidad —en su Discurso del
método únicamente propone cuatro normas— y pretende romper con los
interminables razonamientos escolásticos. Toma como modelo el método matemático, en un
intento de acabar con el silogismo aristotélico empleado
durante toda la Edad
Media. En septiembre de 1649, la Reina Cristina de Suecia llamó a Descartes a Estocolmo. Allí
murió de una neumonía el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad. Actualmente
se pone en duda si la causa de su muerte fue la neumonía. En el año
de 1676 se
exhumaron los restos de Descartes; colocados en un ataúd de cobre se trasladaron a París para ser
sepultados en la iglesia de Sainte-Geneviève-du-Mont. Movidos
nuevamente durante el transcurso de la Revolución francesa, los restos fueron colocados en el Panthéon, la
basílica dedicada a los grandes hombres de la nación francesa.
Nuevamente, en 1819, los restos de
René Descartes cambiaron de sitio de reposo y fueron llevados esta vez a
la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés, donde se
encuentran en la actualidad. En 1935 se llamó, en su honor, «Descartes» a un cráter lunar.
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