MARTÍN LUTERO
- Tengo tres perros peligrosos: la ingratitud, la soberbia y la envidia. Cuando muerden dejan una herida profunda
- Aquel a quien no le gusta el vino, la mujer ni el canto, será un necio toda su vida.
- La facultad del oído es una cosa sensible: muy pronto se sacia y al poco tiempo se cansa y aburre.
- Cuando Dios construye una iglesia, el diablo construye una capilla.
- Destruid la Misa, y destruiréis al Papado.
- La fe debe sofocar toda razón, sentido común y entendimiento.
- El pensamiento está libre de impuestos.
- La humildad de los hipócritas es el más grande y el más altanero de los orgullos.
- Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más tiempo se le hace rodar, más grande se vuelve.
Martín Lutero, nacido en Eisleben, Sacro Imperio Romano Germánico (actual Alemania) como Martin Luder, después cambiado a Martin Luther, como es conocido en alemán, fue un teólogo, fraile católico agustino y reformador religioso alemán, en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante. Inauguró la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo e influyó en las demás tradiciones protestantes. Su exhortación para que la Iglesia regresara a las enseñanzas originales de las Antiguas Iglesias Orientales (o Iglesias Ortodoxas Orientales) y la Biblia impulsó la transformación del cristianismo y provocó la Contrarreforma, como se conoce a la reacción de la Iglesia Católica Romana frente a la Reforma protestante. Sus contribuciones a la civilización occidental fueron más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.
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