VIRGINIA WOOLF
























- La vida es un sueño, el despertar es lo que nos mata


- No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente

- El amor es una ilusión, una historia que una construye en su mente, consciente todo el tiempo de que no es verdad, y por eso pone cuidado en no destruir la ilusión

- Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido bien.

- No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus

- Nada hay tan raro cuando se está enamorada como la total indiferencia de los demás.

- Mitiguemos los sufrimientos de nuestros compañeros de prisión

- Todo es efímero como el arco iris

Adeline Virginia Woolf (Stephen de soltera) fue una novelistaensayista, escritora de cartas, editora, feminista y escritora de cuentos británica, considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XXDurante el período de entreguerras, Woolf fue una figura significativa en la sociedad literaria de Londres y un miembro del grupo de Bloomsbury. Sus obras más famosas incluyen las novelas La señora Dalloway (1925), Al faro (1927) , Orlando: una biografía(1928), Las olas (1931), y su largo ensayo Una habitación propia (1929), con su famosa sentencia «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción». A lo largo de su vida, Woolf se vio acosada por periódicos cambios de humor y enfermedades asociadas. Aunque esta inestabilidad a menudo influyó en su vida social, su productividad literaria continuó con pocas interrupciones hasta su suicidio. Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. Después de acabar el manuscrito de una última novela (publicada póstumamente), Entre actos, Woolf padeció una depresión parecida a la que había tenido anteriormente. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres durante el Blitz, y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoró su condición hasta que se vio incapaz de trabajar. El 28 de marzo de 1941, Woolf se suicidó. Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa y se ahogó. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Su esposo enterró sus restos incinerados bajo un árbol en Rodmell, Sussex.

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