IVÁN TURGUÉNEV
- El tiempo vuela a veces como un pájaro, y a veces se arrastra como un caracol. Pero la mayor felicidad del hombre sobreviene cuando no se advierte si su paso es raudo o moroso
- ¿Usted desea ser afortunado? Aprenda a sufrir entonces
- El ajedrez es una necesidad tan imperiosa como la literatura.
- muerte es una vieja historia y, sin embargo, siempre resulta nueva para alguien.
- Es dulce ser la única fuente, la causa tiránica e inapelable de las grandes dichas y de la desesperación más honda de otro ser.
Iván Serguéyevich Turguénev, cuyo apellido es en ocasiones transcrito como Turguéniev fue un escritor, novelista y dramaturgo, considerado el máseuropeísta de los narradores rusos del siglo XIX. Sus últimas obras fueron Poesía y prosa y Clara Mílich, publicados en el European Messenger.
Turguénev es considerado uno de los grandes novelistas de la era victoriana, junto con Thackeray, Hawthorne, y Henry James, aunque su estilo fue muy diferente de estos escritores norteamericanos y británicos. También ha sido comparado con sus compatriotas Lev Tolstói y Dostoyevski, quienes escribieron sobre circunstancias y temas similares. Escribió relatos breves como Primer amor, Humo, o la colección de cuentos Memorias de un cazador, que refleja con realismo la vida del campo y de los siervos. En sus novelas de ambientación rural los temas dominantes son la frustración vital, los amores fallidos, la crítica a la vida rusa o las nuevas ideologías. Destacan los títulos Rudin, Nido de hidalgos y Padres e hijos. Esta última es posiblemente su mejor novela, donde plantea la diferencia entre dos generaciones a causa del pensamiento nihilista, muy en boga en la época en que fue escrita. Aunque su reputación ha sufrido algunos retrocesos durante el último siglo, la novela Padres e hijos es reconocida como uno de los trabajos de ficción más importantes del siglo XIX.
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